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Oficios tradicionales de Tajueco en versos de Antonio Corredor

30 septiembre, 2015

Nuevamente traemos a este blog un poema de Antonio Corredor, a quien vemos en esta imagen tomada ante un carro de la película Doctor Zhivago que fue utilizado en una escena de la película (bajando de Castroviejo, en Duruelo de la Sierra) y que puede verse en el Palacio de la Audiencia de Soria en la exposición sobre dicha película. El poema de Antonio, en esta ocasión, rememora los viejos oficios que había en Tajueco.

Antonio-Corredor-poeta-del-acontecer-rural-de-Tajueco

De tiempos inmemorables
llegaron los alfareros
más de cuarenta vecinos
Fueron buenos consejeros.

Hacían muchos cacharros
que salían a vender
con los burros y los carros
sufriendo por los caminos
y sin parar de llover.

Ellos tenían sus rutas
para vender el puchero,
vendían en mas provincias
y parte del extranjero.

Solo queda un alfarero
que queremos mantener
trabaja muy bien el barro
merece la pena ver.

Oficio noble y bizarro
entre todos el primero,
pues de la industria del barro
dios fue el primer alfarero
y el hombre el primer cacharro.

Yo jamás podre olvidar
los vecinos resineros,
sacando la sangre al pino
para ganar su dinero.

Trabajaban nueve meses
muchas picas hay que dar,
la familia preparada
y salir a remasar.

Había varios rebaños
entre las cabras y ovejas
pastaban por nuestros montes
haciendo  buenas limpiezas.

Fue albañil y carpintero
sabía hacer de arquitecto,
con la cuerda y el nivel
bien le salía el proyecto.

El fabricaba las casas
con materiales que había
puedes entrar a vivir
la casa no se caía

Siempre lo recordaremos
al que nos hizo la casa
no se ha caído ninguna
eso si que tiene gracia.

No digamos del herrero
hay que ver que golpes daba,
esta calzando las rejas
y al terminar merendaba.

Un comercio de textil
nos vestía en varias casas,
nos daba facilidades
al comprar las alpargatas.

Teníamos practicante
el tenia mucha escuela,
te recetaba farmacia
y te sacaba la muela.

Tuvimos panadería
pan blanco y negro cocía
el negro para los pobres
y el blanco la mayoría.

Tenían al peluquero,
que lo pagaban a escote,
les afeitaba la barba
les arreglaba el bigote.

Los maestros que tuvimos
tenemos que destacar,
solamente con un libro
el decidía aprobar.

Había dos carniceros
buenas chuletas hacían,
si no pagabas la bula
comerlas tampoco podías.

Teníamos pescadero
del cantábrico traía,
el pescado era muy fresco
y que buen ojo tenía.

También hay agricultura
rodeada de sus pinos,
que cuando van a segar
la sombra, refresca sus vinos.

Montaron un bar de copas
hoy le llaman puticlub,
farolillos de colores
siempre con muy poca luz.

Había un salón de baile
preparado con postín
mozos y mozas entraban
en casa del tío Martin.

Cuando alguien se casaba
le cantábamos la ‘’albada’’,
nos daban  el pan y el vino
y allí no pasaba nada.

En los dos bares del pueblo
hacíamos reunión
cantábamos buenas jotas
y buen trago al porrón.

Tenían esquilador
es un buen profesional
a burros machos y mulas
los esquilaba Román.

Todos no se estaban quietos
es difícil esquilar
Román los anestesiaba
poniéndoles el arcial.

Aquí había un carretero
que grandes rutas tenía
con sus mulos y su carro
Tajueco-Madrid hacia.

Tajueco tuvo posada
la gran Posada Real
paraba Carlos primero
con todo su personal.

Era parada obligada
había que descansar
darles agua a sus caballos
comida y a caminar.

No quiero ser más pesado
si os quiero recordar,
las cosas que tuvo el pueblo
que no debéis olvidar.

One Comment leave one →
  1. Domingo Hernández Barrancos permalink
    8 enero, 2016 9:14 pm

    Mi primera bicicleta mi padre te la compró. Muchos kilómetros hice, gracias al Corredor.

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