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Añoranza de Tajueco en los emigrantes -Poema de Antonio Corredor

3 diciembre, 2022

Si naciste en Tajueco
un cura te bautizó,
testigos son tus padrinos,
la pila nombre te dió.

Cuando dejé Tajueco
mi corazón se alegró.
Allí queda mi familia
sembrando todo su amor.

Adiós; los valles y pinos
y el campo que cultivé
estarán en mi memoria.
Siempre los recordaré.

Recuerdo las amapolas
y también los girasoles
engalanaban el pueblo.
Gracias a todas las flores.

Cuando dejé Tajueco
mi corazón se alegró.
Allí queda mi familia
sembrando todo su amor.

Gracias a los alfareros
por ese oficio tan noble;
pasearon por España
y a Tajueco se le conoce.

Cuando llega nuestra fiesta
San Antonio nos espera
nos dará su bendición
para pasar bien su fiesta.

Cuando dejé Tajueco
mi corazón se alegró.
Allí queda mi familia
sembrando todo su amor.

Las mocitas de mi pueblo
son bonitas como soles;
de las que salen al campo
tienen envida las flores.

Cuando vengas a tu pueblo
te estaremos esperando.
No olvides tus raíces.
Visitad, de vez en cuando.

Cuando dejé Tajueco
mi corazón se alegró.
Allí queda mi familia
sembrando todo su amor.

Queríamos trabajar,
allí trabajo no había.
Emigramos para afuera
y ser algo en esta vida.

Varios fueron a estudiar,
varias fueron a servir.
Fueron trabajos honrados
para comer y vivir.

Cuando dejé Tajueco
mi corazón se alegró.
Allí queda mi familia
sembrando todo su amor.

En el pueblo quedan pocos.
Ya son bastantes mayores.
En pueblo nos lo vigilan
algunos agricultores.

La alegría que nos daban
los niños en las escuelas,
hoy las tenemos cerradas,
aquí quedan las secuelas.

Quiero dar gracias a todos
que han leído este mensaje.
Pido salud para todos
mientras dure este peaje.

Soria ya tiene una historia,
nadie lo puede dudar:
fama, trufa y torreznos
es difícil igualar.

Cuando dejé Tajueco
mi corazón se alegró.
Allí queda mi familia
sembrando todo su amor.

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